La transparencia presupuestaria es fundamental para la rendición de cuentas del gobierno y garantizar el uso eficiente y equitativo de los recursos públicos. Sin embargo, en todo el mundo, la transparencia presupuestaria ha mejorado a un ritmo lento. Factores políticos, la comprensión limitada de la importancia de la transparencia presupuestaria y sus beneficios, y las limitaciones de capacidad son barreras clave que impiden el progreso de los países en lograr una mayor transparencia.

Sin embargo, la transparencia presupuestaria es clave para permitir que la ciudadanía, las y los contribuyentes y otros actores comprendan el propósito y los detalles de los paquetes de políticas fiscales y sus impactos propuestos, ayudando así a generar confianza, apoyando la implementación y facilitando su evaluación, todo lo cual puede ayudar a prevenir el uso indebido de los recursos. Naturalmente, las instituciones financieras internacionales y los donantes también dependen cada vez más de la transparencia presupuestaria que ejercen los países para garantizar que los fondos significativos que están desembolsando puedan ser rastreados y auementar la probabilidad que dichos fondos se utilicen adecuadamente. La emergencia del COVID-19 ilustró los desafíos de coordinación y vinculación entre diversos sistemas internos de información financiera. Por ejemplo, la transparencia presupuestaria, incluso cuando las políticas fiscales están respondiendo a una pandemia de salud, requiere una amplia gama de información, no solo datos del sector salud.